Querido diario:
Tenía un rato ya sin escribirte (como es costumbre), pero cada vez que lo hago lo realizó con mucho gusto, en esta ocasión te contaré un poco de mis vacaciones por Nueva York. Había visitado esta ciudad algunas veces, pero nunca la había disfrutado tanto como esta última vez.
Cuando tenía 11 años, mis papás me habían dado la oportunidad de estar 2 meses estudiando baile en el Broadway Dance Center, por lo que había recorrido todos los puntos turísticos junto a mi maestra de baile, sin embargo me queda claro que conforme pasa el tiempo uno disfruta más de las cosas.
Este viaje lo tenía planeado desde hace algunos meses, como se acercaba el cumpleaños de mi hermano (mi adoración), buscábamos un lugar para celebrarlo en familia y no nos equivocamos…
Llegamos el domingo a primera hora, como todos los que viajan y tienen poco tiempo, queríamos disfrutar al máximo de la ciudad, por lo que aventamos las maletas en el hotel (por cierto escogí la peor fecha para hacer el viaje, un hotel que cuesta aproximadamente 200 dlls, subió sus tarifas a casi 450 dlls ya que se encontraba la convención de Comic-Con, además de que era día festivo… ¡ERROR!). Pero ni eso pudo impedir que la pasáramos increíble.
El primer día decidí cambiar mis tacones (como vemos en las películas) por unos tenis, para poder recorrer las calles en comodidad. Salimos del hotel hacía el Grand Central Terminal, que es la estación de trenes más grande del mundo en número de andenes. Gracias a un libro que compró mi hermano llegamos a “Whisper Hall” que es un lugar dentro de la terminal en donde si dices algo en una esquina, otra persona parada en otra esquina puede escucharlo, de hecho muchos hombres llevan a sus parejas ahí para pedirles matrimonio (digamos que es muy romántico).
El clima me tocó perfecto, por lo que después pudimos gozar de la Avenida Madison hacia el Central Park en donde gozamos del museo Whitney y la exposición de Jeff Koons (sí, el perro salchicha en globo) pero desafortunadamente la acaban de quitar este fin de semana, así que tuvimos suerte.
Además recorrimos el museo Solomon R. Guggenheim, el MET y su maravillosa terraza en donde puedes tomarte una copa y ver todo el Central Park y los edificios emblemáticos de Manhattan.
Al terminar los recorridos, decidimos caminar por el Central Park hasta que se hizo de noche y mis pies ya no aguantaban de tanto caminar. Tomamos un taxi hacia Meetpacking District y llegamos al famoso Standard Hotel a cenar y tomarnos un trago. De ahí partimos a un lugar desconocido para nosotros, en donde vivimos una experiencia maravillosa.
Mi papá insistía en ir a un bar de Jazz, por lo que mi hermano y yo ‘vueltos locos’ buscábamos en Google a dónde llevarlo y llegamos a un local pequeño que se llamaba “Village Vanguard”, no teníamos ni idea quién estaría pero después de hacer 15 min de fila, entramos al lugar. Esa noche estaba Tom Harrell Quintet, y para nuestra sorpresa es una eminencia en la trompeta, por lo que disfrutamos al 100% de la música y del lugar, el cual está considerado como uno de los mejores en NY.
Al día siguiente pasamos a desayunar a Sarabeth´s un lugar maravilloso, muy concurrido por las personas que viven en NY. Seguimos con el recorrido por la 5 Av, el MoMa, Chelsea, Highline Park (está bruto el recorrido y lo que hicieron con las vías del tren), Chelsea Market y terminamos en el 9/11 Memorial.
Este museo fue puesto en memoria de las personas que fallecieron en el trágico suceso de las torres gemelas. El museo es impresionante, yo no paraba de llorar al ver lo que sucedió ese día minuto por minuto; las personas que fallecieron, lo poco que se pudo rescatar y el sufrimiento de los familiares quienes perdieron sus seres queridos ese día.
Al salir de ahí continuamos por Wall Street y terminamos cenando en un lugar llamado “Catch” que está en MeatPacking District. Si quieren hacer reservaciones para restaurantes, no existe mejor aplicación que “Open Table”, es brutal ya que puedes ir al restaurante que quieras y te respetan tu reservación sin tener que pagar si decides cancelar. Yo todas las reservaciones de los lugares a donde fui a comer fue a través de Open Table, y no tuve ningún problema.
Si pudiera definir con una palabra a NY sería con: Rapidez. Nadie tiene tiempo libre, todos viven de prisa. Si te toca pasar por la 5 Av a la hora de la comida, te puedes topar con una estampida de personas que luchan por llegar a su destino sin importarles empujarte. Tal vez a los que hayan venido al DF de vacaciones podrán notar algo parecido entre los que vivimos aquí. A mi me impactó mucho.
Me dio mucho gusto que algunos mexicanos que residen allá ven Sabadazo, no puedo negarlo pero se siente muy bonito que te reconozcan en otras partes fuera de México. Y que el trabajo que realizamos cada semana sea visto en Estados Unidos. Me saludaban como si estuvieran viendo a un familiar que estuviera de visita, a los que me encontré y están leyendo este diario, gracias por sus palabras y sus sonrisas.
Viajar con la familia siempre es una gran experiencia, hacía muchos años que no salíamos los 4 fuera de México y gozamos cada instante. El éxito de los viajes familiares, es el respeto. No todos tienen los mismos gustos, a mi hermano le encantan los museos, mi mamá prefiere las compras, mi papá sólo quería disfrutar una buena terraza y comer con tranquilidad y yo… yo sólo me dejé llevar y logré disfrutar a cada uno de ellos y cada uno de los rincones que logré visitar.
Pero mejor dejo de escribir y les presentó las fotografías que logré tomar de esta maravillosa experiencia. No sé cuándo volvamos a viajar los 4 juntos, ojalá que sea pronto porque disfrutar de otros lugares junto a tu familia es un gran regalo. Una vez más vuelvo a constatar esa hermosa frase que dice “La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento”, y en este viaje hubo muchos de esos. Hasta la próxima…
PD.1 Gracias a todos por sus comentarios y su buena vibra
P.D. 2 Disfruten a su familia cada instante
P.D. 3 Espero escribirles muy pronto
Deja tu comentario