¡FUERTES IMÁGENES!
La mala costumbre de tronarnos los nudillos, aunque algunos expertos aseguren que es un mal hábito, no paramos de hacerlo, pero para Antoine Boylston las consecuencias fueron mucho más graves.
Resulta que una de esas veces en las que Antoine decidió tronar sus nudillos, provocó que una vieja herida en su mano se abriera, la que de inmediato se infectó con un insecto come carne y comenzó a sufrir algunos estragos.
Al principio pensó que se había roto el dedo meñique, pero una noche de 2016 comenzó a tener náuses y decidió ir al Hospital de la Universidad de Kentucky en Lexington.
Cuando llegó su mano derecha había empezado a oscurecerse e hincharse, motivo por el cual los médicos lo sometieron a una biopsia de piel y a las pocas horas le informaron que tenía fascitis necrosante, una infección bacteriana rara, pero grave, la cual afecta el tejido debajo de la piel, así cómo los músculos y órganos circuntantes.
Fue ingresado de inmediato para hacerle una cirugía de emergencia, le quitaron parte de la piel desde el codo hasta el dedo para poder quitar la infección.
“Todo ese tiempo pensé que solo tenía un dedo roto que me estaba haciendo sentir mal del estómago. (…) Pensé que las bacterias carnívoras era algo que le pasaba a la gente en las películas, y no por crujir demasiado sus nudillos. Lo hacía frecuentemente y no pensaba en nada de eso, pero ahora voy a vivir para arrepentirme de ello”, ha declarado a diversos medios.
La también llamada ‘infección devoradora de carne’, es una infección grave de la piel que se propaga y destruye todos los tejidos blandos del cuerpo, puede ser mortal en poco tiempo y sin un buen diagnóstico.
Más tarde, agregó: “Los médicos me advirtieron que podía perder la mano, de haber esperado mucho tiempo, pude haber perdido el brazo o morir.”
Ahora Antoine solo tiene dos dedos completamente funcionales y un pulgar en su mano derecha, pero las consecuencias pudieron costarle un brazo o la vida.
