En un emotivo encuentro marcado por la nostalgia y el cariño entre viejos amigos, el elenco de “Papá por siempre” se reunió para conmemorar el 31° aniversario de la querida comedia protagonizada por Robin Williams y Sally Field.
Mara Wilson, Lisa Jakub y Matthew Lawrence, quienes interpretaron a los hijos del entrañable personaje de Williams, se encontraron en la ciudad de San Francisco, donde se rodó originalmente la película. Este reencuentro no solo fue una ocasión para compartir risas y recuerdos, sino también para grabar un episodio del podcast “Brotherly Love”, conducido por Lawrence y sus hermanos de ficción.
En un gesto conmovedor, Mara Wilson compartió en su cuenta de Instagram: “Es tan gracioso que la misma semana que visité San Francisco, ¡pude reunirme con mis hermanos de ‘Doubtfire’! Siempre es una alegría ver a Lisa Jakub y Matthew Lawrence”. Sus palabras reflejan el vínculo duradero que han mantenido a lo largo de los años, destacado también por Lisa Jakub, quien resaltó la química y el lazo fraterno entre los actores.
El legado de “Papá por siempre” sigue resonando en el corazón de los espectadores, con su impacto cultural perdurando décadas después de su estreno. La película se convirtió en un éxito de taquilla en 1993, recaudando millones en todo el mundo y ganando el Oscar al Mejor Maquillaje, reconociendo la brillante transformación de Robin Williams en la icónica niñera británica.
Sin embargo, a 10 años de la trágica muerte de Robin Williams, el encuentro también evocó sentimientos encontrados. El director Chris Columbus reveló en una entrevista pasada que, aunque existía un guion para una posible secuela, la partida de Williams en 2014 marcó el fin de esa posibilidad. “Fui a su casa, nos sentamos y hablamos de ello y el guión era realmente sólido. El único comentario de Robin fue: ‘¿Tengo que usar el traje tanto tiempo esta vez?'”, compartió Columbus.
Así, este emotivo reencuentro no solo celebró la longevidad del amor y la amistad entre los actores de “Papá por siempre”, sino que también recordó el legado imborrable de Robin Williams en el mundo del entretenimiento, dejando un vacío que nunca podrá ser llenado.
