El pasado 5 de octubre, una boda inusual captó la atención de la comunidad en León, Guanajuato, y desató un debate en redes sociales y en la Iglesia. La pareja conformada por Olaf Montaño y Natalia Alba, apasionados del cosplay y la cultura otaku, decidió casarse en el Templo Expiatorio de León con una temática inspirada en la popular serie de anime “Saint Seiya” (conocida en español como “Los Caballeros del Zodiaco”). La ceremonia los presentó caracterizados como los personajes de Hades y Atena, con invitados también disfrazados de personajes del anime, lo que hizo de este evento un espectáculo único y colorido. Sin embargo, esta decisión no fue bien recibida por las autoridades eclesiásticas.
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La respuesta de la Iglesia
Una semana después de la celebración, la Arquidiócesis de León, encabezada por el Arzobispo Jaime Calderón Calderón, emitió un comunicado en el que prohibía este tipo de ceremonias temáticas en los templos católicos de la ciudad. En el mensaje, el arzobispo expresó su preocupación por lo que consideró una falta de respeto hacia la dignidad de los sacramentos y el ambiente sagrado de los lugares de culto. Calderón subrayó que los templos son espacios dedicados al encuentro con Dios y, por ende, deben mantenerse como lugares sagrados donde se celebren los rituales religiosos de manera solemne.
El comunicado también incluyó una advertencia clara: cualquier ceremonia en la que los asistentes acudan disfrazados o personificados será suspendida de inmediato. “Los sacramentos no son ficción ni algo imaginario”, enfatizó el arzobispo, instando a las parejas y asistentes a vestir de manera digna y apropiada como muestra de respeto hacia la celebración del sacramento.
Reacciones divididas
La polémica decisión ha suscitado un intenso debate en redes sociales. Mientras algunos usuarios aplaudieron la creatividad de la pareja, señalando que cada persona debería tener la libertad de celebrar su matrimonio como mejor le parezca, otros expresaron su indignación ante lo que consideraron una falta de respeto hacia el carácter sagrado de la iglesia. “Ellos eligieron ser felices mientras los amargados solo se ríen de ellos” y “Seamos felices y dejemos ser felices a los demás, si ellos están contentos es lo único que importa”, fueron algunos de los comentarios a favor de la boda.
En contraste, algunas opiniones manifestaron su descontento por la celebración temática dentro de un templo religioso, argumentando que los sacramentos deben tomarse con seriedad y reverencia. Comentarios como “Es una falta de respeto a la iglesia” y “Las bodas deben tomarse en serio, qué falta de respeto” reflejaron el sentir de aquellos que consideran que el entorno sagrado de la iglesia no es el lugar para este tipo de celebraciones.
¿Deberían las iglesias ser más flexibles con las celebraciones temáticas o es necesario mantener la solemnidad de los rituales religiosos? La discusión continúa, y las opiniones siguen tan divididas como el día en que se llevó a cabo la polémica boda.