Primero el tablero de la Ouija, Blood Mary, y ahora … llega el desafío de Charlie Charlie.
“El desafío de Charlie” es el nuevo juego espeluznante que ha tomado el internet convirtiéndose en tendencia entre los jóvenes. Se trata de un simple juego en donde aparentemente quienes juegan entran en comunicación con el mundo de los espíritus.
Para jugar necesitas un pedazo de papel en donde escribes dos veces “Sí” y dos veces “No”. Luego se colocan lápices cruzados y preguntas “Charlie Charlie ¿estás ahí?”. Ahí es cuando viene lo macabro, pues el lápiz se voltea dando una respuesta.
¿Real o falso? Los usuarios de las redes han mostrado opiniones encontradas, mientras hay algunos que comparten sus videos muertos de miedo, algunos otros no hay dejado de burlarse y hacer parodias o memes al respecto.
Pero… ¿Qué es lo que realmente mueve a los lápices?
La gravedad, y el extraño posicionamiento de los lápices. Ellos simplemente no se pueden quedar quietos aunque tu quisieras.
Lo aterrador del juego es que no funciona como el tablero de la Ouija pues ahí los jugadores tienen que dirigir el cristal hacia las respuestas, lo cual te podría hacer pensar que ellos lo están moviendo sin darse cuenta.
Con el juego de Charlie Charlie, las cosas funcionan diferente, pues aquí nadie toca los lápices, lo cual hace que las cosas se vuelven tenebrosas. Sin embargo todo pasa debido a que los lápices tienen que estar finamente equilibrados uno encima del otro, lo cual hace que hasta el más fino movimiento de una respiración, o una superficie inclinada, los haga moverse.
Así que el poner los lápices en esta posición implica que siempre se moverán porque no es su posición natural. Es por eso que el juego funciona de forma fiable, sin embargo si los lápices no están correctamente alineados y tienen demasiada fricción, simplemente no se moverán.
Si deseas comprobar esto, trata de hacer lo mismo sin papel y sin hablarle al “demonio”, coloca los lápices y verás que se moverán.
Y respecto a las “cosas extrañas” que algunos usuarios reportan pasan después de jugar simplemente lo puedes atribuir a la sugestión y al miedo.
