A sus 29 años, Christina Burton se volvió adicta al bótox, las múltiples inyecciones en los labios, con el tiempo tuvieron serias consecuencias, deformando su rostro.
Christina se gastó al menos 75 mil dólares para colocarse bótox, pero nunca imaginó que hacerlo tendría los peores resultados, ya que aparentemente era alérgica a una crema que se aplicó antes de colocar el bótox.
“Sentía un dolor en los labios como si fueran a explotar, como si tuvieran su propio pulso”, dijo la mujer a The Sun.
Cuando lo difundió a través de redes sociales, todos creyeron que se trataba de un filtro, una de sus primas le dijo que parecía un pato, debido a lo anterior decidió acudir a emergencias.
Tras su mala experiencia con el bótox, decidió alertar a todas aquellas personas que son adictas a este elemento, sin prevenir los riesgos que puede tener su cuerpo.
“No voy a inyectarme rellenos de nuevo. Tuve la tentación de volverlo a hacer pero estoy asustada. La idea de pasar por eso otra vez… Simplemente no puedo, no vale la pena”, finalizó a su entrevista a The Sun.
Esto ocurrió en septiembre del año pasado y por supuesto, se ha convertido en un ejemplo para aquellas personas que desean tener unos labios más carnosos y sexys como Kylie Jenner.