La conmovedora historia de Peanut, una ardilla huérfana que se volvió una sensación en redes sociales, ha causado un profundo impacto tras su muerte por eutanasia a manos de las autoridades del estado de Nueva York. Conocida por sus travesuras en Instagram, TikTok y Facebook, la ardilla fue sacrificada junto a un mapache llamado Fred luego de que un investigador fuera mordido durante su incautación en la residencia de su cuidador, Mark Longo, en Pine City.
El Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York justificó su decisión argumentando que los animales compartían espacio con humanos, lo que aumentaba el riesgo de exposición a la rabia. A pesar de las súplicas de Longo y su esposa, Daniela, las autoridades decidieron proceder con la eutanasia, generando un torrente de críticas en las redes sociales. La cuenta de Instagram de Peanut, que contaba con más de 537,000 seguidores, mostraba entrañables momentos en los que la ardilla disfrutaba de waffles, realizaba trucos y compartía risas con su dueño.
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“Descansa en paz, mi mejor amigo. Gracias por traer tanta alegría a nosotros y al mundo”, compartió Longo en un emotivo video, donde mostró su dolor y gratitud hacia Peanut. Sin embargo, su duelo se ha visto complicado por la situación legal que enfrenta, pues está luchando para que su santuario de rescate animal, P’Nuts Freedom Farm, pueda seguir ayudando a otros animales en necesidad.
Las reacciones de los seguidores no se hicieron esperar. Muchos cuestionaron el actuar de las autoridades, acusándolas de tomar decisiones “irracionales”. El caso ha abierto un debate sobre la tenencia de mascotas no convencionales y el manejo de las autoridades en situaciones de salud pública, lo que ha llevado a Longo a utilizar esta plataforma para crear conciencia sobre la necesidad de una mejor legislación que proteja tanto a los animales como a sus cuidadores.
La historia de Peanut no solo ha resonado en el corazón de quienes la seguían, sino que también ha puesto de relieve las complejidades legales y emocionales que enfrentan aquellos que deciden rescatar y cuidar de especies silvestres. Mientras Longo continúa su lucha legal, espera que el legado de Peanut inspire cambios significativos en la relación entre humanos y animales.
El trágico final de esta adorada ardilla recuerda que la vida silvestre y la convivencia con humanos es un tema delicado que requiere atención y un enfoque más compasivo y razonable por parte de las autoridades. Peanut vivirá en la memoria de sus seguidores, no solo como una estrella de redes sociales, sino como un símbolo de amor y sacrificio en la búsqueda de un mundo más justo para los animales.