En los últimos dos años han cancelado en varios municipios de Argentina los concursos de belleza.
Desde el año 1993 se llevababa a cabo una competencia en la ciudad de Mar de Plata, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, en el que jóvenes de 19 y 25 años concursaban con una mini playera y un diminuto bikini, para que se ponga a votación quien de las aspirantes tiene el mejor trasero. La ganadora era acredora a una faja, una corona con flores y dinero.
Muchas ocasiones las ganadoras comenzaban una carrera como modelos, además dentro del concurso había eventos programados como un torneo de surf que promovía Reef, el cual es una marca deportiva. El concurso se llama “Mejor cola del verano” o “Mejor cola Reef” y este es el primer año que no se realizará, ya que Reef anunció su cancelación para mostrarse “sensible” y “manifestarse en contra de la violencia de género en Argentina”.
En los últimos años se ha popularizado un colectivo en contra de la violencia contra la mujer, Ni Una Menos, la cual considera que el concurso de belleza es “sexista y misógino, que perpetúa los patrones tradicionales de belleza, promueve la bulimia y la anorexia. Es la reproducción de la mujer como una mercancía, en medio de una pandemia de violencia de género y feminicidio”.
Otros concursos fueron cancelados desde 2014 por concejales de Chivilcoy, a través de un proyecto que impide que ese municipio de Argentina realice cualquier tipo de competencias de ese tipo, de acuerdo a la BBC un integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), aseguró que es para evitar la cosificación de la mujer:
“El proyecto es contra la idea de la objetificación de la mujer en concursos en los que miden y pesan a las candidatas como si fueran vacas”.
Los objetivos de este poryecto es evitar problemas alimenticios en las mujeres, así como la violencia de género.
De acuerdo a la BBC la doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de San Martín, Eleonor Faur, aseguró que la suspensión de los concursos y la violencia de género “no forman una ecuación directa”, son más bien una influencia en el comportamiento masculino.
Sin embargo esas competencias se han suspendido en Argentina por presión social y a causa de movimientos como “Ni Una Menos” los organizadores percibieron que hay nuevos vientos, que no soplan a favor de este tipo de eventos.
“El tema en Argentina es que los organizadores de estos eventos, que antes descartaban cualquier noción de que los reinados podrían generar violencia de género, hoy son más conscientes de lo que ocurre”.
Ante toda esta ola, en Colombia se ha cambiado la fórmula y en lugar de eventos de belleza ahora son eventos que promueven el talento y la capacidad de las mujeres.
Por otro lado se han roto los estereotipos y hay jóvenes que han desafiado los patrones de belleza en concursos de talla grande talla mayor. En Argentina las mujeres ya plantean otro tipos de belleza.
