Desde hace años Guillermo del Toro ha demostrado ser uno de los mexicanos más exitosos en Hollywood. Ayer el cineasta mexicano develó su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, donde lo acompañaron Lana del Rey y J.J. Abrams.
Las imágenes del director quedaron en el corazón de millones de mexicanos, ya que arrodillado y abrazando la bandera del país que lo vio nacer, recibió este reconocimiento que significa mucho no solo para él, sino para cientos de inmigrantes que llegan a Estados Unidos para cumplir sus sueños y actualmente son truncados por la violencia que se vive contra ellos.
“Lo que necesitan saber es que soy mexicano y soy inmigrante. Estamos en un momento de gran miedo y gran división, porque el miedo es el que se usa para dividirnos y decirnos que somos distintos; lo utilizan para decirnos que no somos iguales, que no debemos confiar en el otro. Pero el antídoto ante eso es permanecer juntos, unirnos, y entender que esa división es una completa fantasía”, afirmaba en su discurso el cineasta.
Instó a los inmigrantes en no dejar de creer en las posibilidades y que a pesar de los obstáculos, es posible salir adelante. Pidió además que no creyeran en las mentiras que se dicen de cada mexicano que llega a pisar ese país, ya que es una forma de no contribuir al odio que actualmente se vive.
“No creo en la magia, pero sí puedo tener un poco de mí mismo aquí en este lugar, estaré espiritualmente aquí para todos ustedes cada que quieran venir”, finalizó el mexicano que no solo ha estado espiritualmente para sus fanáticos, sino para cada mexicano que necesita de su ayuda.
En la ceremonia, Lana del Rey mostró su admiración por Del Toro, afirmando que es uno de los mejores directores, ya que logra contar las historias con un estilo único y afirmó que la magia de estas son gracias a que siempre es él mismo y eso le ha dado una gran lección a la cantante.
Del Toro, estuvo acompañado por Issa López, Michael Mann, Ted Danson, Mary Steenburgen y Elliot Gould. Los grandes ausentes fueron sus amigos Alejandro González Iñúrritu y Alfonso Cuarón.
¡Bravo!
