Seguramente casi nadie conoce a Stanislav Petrov quien hace mucho tiempo salvó al mundo de una terrible catástrofe.
Durante la Guerra Fría en 1983, se supo que EU y la OTAN planeaban colocar misiles en Alemania Occidental y se organizaba un ejercicio militar, líderes de las URSS que presenciaron la Segunda Guerra Mundial, sabían que podía ser un engañó como cuando Hitler lanzó la Operación Barbarroja.
Pensaron que el “ejercicio militar” era un engaño para que EU lanzara un ataque nuclear, así que decidieron avisar a todos que ante cualquier invasión de este tipo o algún objeto sin autorización para entrar al terreno soviético se derribaría y se dispararía de inmediato todo el arsenal posible.
El 1º de septiembre de 1983 un avión surcoreano entró por error al espacio soviético, por lo que sin dudar derribaron el avión con 269 personas a bordo, con varios ciudadanos estadounidenses abordo.
Para el 25 de septiembre el coronel Stanislav Petrov de la sección de inteligencia militar de los servicios secretos de la Unión Soviética estuvo a cargo de analizar y verificar que no hubiera ningún ataque nuclear de EU esa noche y, en caso de lo que lo hubiera, avisar a su supervisor que iniciaría inmediatamente un contraataque con armamento nuclear masivo sobre Estados Unidos y sus aliados.
En la madrugada del 26 de septiembre a las 12:14 sonó la alarma que anunciaba un “Ataque de misil nuclear inminente”. Mientras todos esperaban que el coronel avisara a sus superiores, él mantuvo la calma pues le resultaba extraño que EU lanzara un solo misil, inmediatamente se lanzó un según, tercero, cuarto y quinto misil.
En menos de cinco minutos se habían lanzado 5 misiles de EU y él no había avisado a nadie porque no detectaba nada que lo pudiera confirmar, el viaje de un misil nuclear desde EU hasta la URSS era de 20 minutos.
Él suponía que era un error del sistema, pero no estaba seguro, los 120 hombres que estaban a su cargo, esperaban que avisara a la dirección soviética de inmediato, apretando un botón rojo. En tan sólo 10 minutos se decidiría el rumbo de todo el mundo y estaba en sus manos.
Pensó que sería un suicidio para los Estados Unidos lanzar un ataque de esa magnitud a la Unión Soviética. Así que siguió su instinto y decidió reportar un mal funcionamiento, mientras todos estaban seguros de un posible ataque, en segundos las alarmas se apagaron.
El hombre tomó la decisión correcta, de haber apretado el botón rojo la humanidad hubiera desaparecido en un ataque nuclear.
Sin embargo, el coronel fue reprendido por su acción, lo cambiaron a un puesto menor y poco tiempo después lo jubilaron. Durante años vivió con 200 dólares mensuales y vivió un tiempo como ‘vagabundo’.
Pero en 1998 se dio a conocer la historia de este hombre gracias a su comandante en jefe, Yury Votintsev, y lo llamaron el “Incidente del Equinoccio de Otoño”, que de haber ocurrido probablemente 4 millones de personas hubieran muerto. Lo premiaron y calificaron de heroica, su decisión.
El actor Kevin Costner realizó un documental sobre el hecho que titulo “El Botón Rojo”, sin embargo, Stanislaw Petrov continúa recibiendo solo 200 dólares de pensión, vive en un pequeño departamento en Moscú y el dinero de los premios que le dieron, los repartió con sus familiares.
Una historia para recordar el resto de nuestras vidas, así que gracias teniente coronel Stanislav Petrov, por permitirnos vivir, por una hazaña que tiene que ser recordada por el resto de nuestras vidas.
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