Rosa es una dedicada empleada de limpieza que durante 20 años trabajó para un edificio, sin embargo, con la llegada de la pandemia tuvo que vivir día a día y finalmente perdió su trabajo, ya que para evitar contagios ya no se requirieron sus servicios.
Sin embargo, el trabajo y personalidad de Rosa fueron parte del día a día de los vecinos que decidieron sorprenderla, ya que conocían la situación económica por la que vivía.
Vecinos la citaron para “trabajar” una vez más en un departamento nuevo, ubicado en el último piso del edificio, llegó puntual y subió con todos sus materiales, pero lejos de pedirle que limpiara, fue sorprendida con un regalo.
Aunque algunos medios afirmaron que se trataba de un regalo, pero más tarde se confirmó que esto no era así, solo pagaron el alquiler durante penthouse por dos años y en espera que sus preocupaciones bajen y no tengan que tratar de sobrevivir, solo ser feliz junto a su familia en su nuevo hogar.
¡Historias que inspiran!
