Esta historia ha recorrido toda Latinoamérica, y es protagonizada por Graciela Bouche, quien da clases en las zonas rurales de Panamá y para llegar allí es necesario hacer un recorrido en canoa por el río Chagres.
Aunque la pandemia ha cambiado la forma de dar clases, no todos los niños tienen la posibilidad de tener una computadora, tablet, teléfono inteligente o simplemente un televisor para esto, por lo que esta maestra decidió dar clases a pesar de los obstáculos.
La maestra debe remar durante 15 minutos para llegar al puerto de Ella Puru, de la etnia emberá en Panamá.
“La decisión fue por el problema de conectividad que ellos tienen y que no estaban recibiendo el contenido académico igual que el resto de los estudiantes. Eso me motiva a venir y acercarme a ellos a darles clases semipresencial”, declaró la maestra para AFP.
Graciela carga siempre un pizarrón, una laptop y algunos refrigerios con el único fin de repartirlos de sus alumnos, mientras toman clases.
Cabe resaltar que antes de la llegada de la pandemia, los niños eran quienes tenían que tomar canoas y un autobús, para poder llegar a la escuela Omar Torrijos.
Aunque Graciela solo visita a una vez a la semana a los alumnos, ha logrado reunir a otros profesores, con el fin de que nadie se quede sin aprender.
Algunos internautas han pedido dar mejores condiciones no solo para la profesora, si no para los alumnos que carecen de recursos para su formación como estudiantes.
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