Un pequeño de 10 años tomó el auto de su papá y protagonizó una persecución a 160 kilómetros por hora, lo que mantuvo alerta a las fuerzas de seguridad de Ohio, en Estados Unidos, durante más de 60 minutos.
Todo ocurrió en la ciudad de Cleveland, la mañana del jueves pasado, cuando el niño decidió tomar el auto mientras esperaba a su hermana, quien lo llevaría a la escuela. Después de 15 minutos otro conductor reportó el automóvil, mientras que un vehículo rojo, perseguía al menor, quien probablemente se trataba de su madre, misma que habló al 911 para dar aviso de lo que ocurría.
El niño logró esquivar obstáculos y clavos que la policía colocó en el camino y poder detenerlo, finalmente lograron bloquear después de 72 kilómetros el paso del auto, quedando atrapado en una cuneta.
Tras esto el menor puso resistencia a la autoridad, intentando escupir a los oficiales, incluso pateó a uno de ellos en la barbilla, sin más lo esposaron después de sacarlo por la ventana. Esta no fue la primera ocasión que conducía un auto, pues anteriormente manejó el vehículo de su mamá con tres neumáticos ponchados, su argumento fue que se sentía aburrido y quería dar un paseo.
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