Este inicio de mes se reveló que Rafael Amaya, reconocido por su papel en la serie ‘El Señor de los Cielos’, estuvo en rehabilitación, todo por una publicación de Julio César Chávez. Incluso el exboxeador, confirmó que Amaya estuvo en una de sus clínicas.
Finalmente, el actor rompió el silencio y tras una larga ausencia reapareció de manera oficial para la revista digital de ‘People en español’, donde habló de su punto de quiebre y sus adicciones.
En entrevista para el medio confesó que sus amigos fueron quienes le salvaron la vida: “Rafael Amaya reaparece y habla por primera vez de su proceso de rehabilitación de las drogas y el alcohol, y de cómo Roberto Tapia, su mánager, su familia y el boxeador Julio César Chávez le salvaron la vida”.
En la publicación aseguran que el actor desapareció de la faz de la tierra, sin darle explicaciones ni a las personas más allegadas al actor y además se reveló que vivió varios meses escondido entre la gente en Europa y Centro y Sudamérica, usando gorras y barba larga para no ser reconocido.
“Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber. Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también”.
Rafael tocó fondo y pidió auxilio a sus seres queridos justo hace ocho meses, Roberto Tapia compadre de Amaya reveló que en ocasiones le llamaba de diferentes números pero finalmente recibió la llamada de auxilio.
“Estaba en mi estudio y de repente recibo una llamada. [Era Rafael]. Me dijo: ‘Compadre, necesito ayuda, ya no puedo”, relata el cantante Roberto Tapia para la misma publicación, y agregó “mi compadre estaba en malas condiciones, pero deseando que alguien lo ayudara. En el coche [de regreso] él venía llorando. [Yo] le estaba haciendo ver todas las cosas chingonas que tenía en su vida y [que] las estaba tirando [por la borda]”.
Tapia contactó a Fátima Amaya y Karem Guedimin, el mánager del actor, quienes durante meses ya estaban rastreado a Rafa. Con un plan lograron rescatarlo, la excusa que usaron fue decirle que tenía proyectos jugosos en Sinaloa, así regresó y lo internaron en una clínica de rehabilitación.
“Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades. Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción”, confesó Amaya y agregó, “estoy profundamente agradecido con todas las personas y con Dios, que es el que tiene las riendas de mi vida y [las] ha tenido —solo que no me daba cuenta porque estaba anestesiado y no sentía nada. Con todas las bendiciones que se han presentado otra vez siento que renací. Tengo fe, tengo amor, esperanza, planes”.
Julio César Chávez confesó que el actor llegó sicótico y que incluso se seguía creyendo ‘El Señor de los Cielos’ y después de días y meses su evolución ha sido totalmente increíble, además lo describió como un hombre noble.
“Como todo ser humano, tenemos errores en la vida. Lo difícil no es caer, lo difícil es levantarse y eso hay que valorarlo. Hoy, Amaya pone todo en una balanza y valora lo positivo más que nunca”, agregó el exboxeador.
Finalmente Amaya explicó las razones por las que decidió desaparecer del mundo entero.
“Me aislé por muchos temas sicológicos, personales, temas de familia, de trabajo, mucha inseguridad. Había perdido la paz interior. Estaba volando sin ningún rumbo. Me sentía solo, sin el amor de Dios, sentía que no merecía muchas cosas y ahora que ya los ángeles me rodean —como mi familia, Roberto Tapia, mi primo Carlos Appel, Julio César Chávez, mi mánager Karem Guedimin— [todo es diferente]”, relata y agrega que se sentía muy solo.
Amaya estuvo cuatro meses en la clínica llamada ‘Baja del Sol’ y ahora asegura que su vida ya tiene sentido y aunque llegó a pensar que su carrera como actor era un error hoy lo ve como una oportunidad y con su experiencia quiere mandarle un mensaje positivo a la gente.
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