Las historias conmovedoras que surgen en Internet pueden estremecer los corazones de los usuarios a tal grado que nos paralizan. Este es el caso de una mujer de 45 quien le dio la dicha a su propia hija de convertirse en madre.
Su nombre es Julie Bradford, quien se embarazó a su edad para entregarle al bebé que cargó en su vientre a su propia hija Jessica Jenkins, quien es estéril debido al tratamiento contra el cáncer. El nombre de su hijo y nieto es Jack.
La feliz madre de apenas 21 años, Jessica originaria de Rhymney, mantuvo sus ovarios congelados en el Hospital Universitario de Cardiff de Gales días posteriores al tratamiento para el cáncer de cuello uterino que padeció hace tres años. El bebé nació el viernes con 6 libras 100 onzas de peso:
“Mi mamá es la mujer más valiente y asombrosa del mundo, la quiero tanto por darme a mi hijo. Desde muy joven ansiaba convertirme en madre y nuestro sueño se hizo realidad”.
En 2013 Jessica de 18 años fue diagnosticada con cáncer de cuello uterino, diagnóstico que los doctores creían increíble debido a su corta edad, sin embargo, los 21 huevos que se extrajeron fueron antes de comenzar la quimioterapia, de los cuales sólo 10 sobrevivieron y se convirtieron en embriones y se cultivaron durante dos semanas y luego se congelaron.
“En mayo de este año tuvimos un embrión descongelado e implantado en el vientre de mi madre para que ella fuera el pequeño horno que ayuda a nuestra Jelly Bean a crecer”.
La abuela reconoció que esta actitud la realizó debido a que quería darle ese gran honor a su hija:
“Jess siempre ha querido ser madre, cuando el cáncer invadió, me arriesgue para llevar a su propio hijo, todos estábamos con el corazón roto. Decidí que si pudiera ser la sustituta de Jess entonces todo estaría mejor. Hemos pasado mucho tiempo en los hospitales y se ha vuelto normal para nosotros, estoy tan feliz de que esta última visita haya sido por una razón tan maravillosa”.